El primer contacto que
tuvimos con las personas afectadas por las denominadas Preferentes fue a
finales de septiembre en el Centro Cívico de Sant Ildefons en Cornella. La asociación de vecinos de Sant Ildefons
había convocado a una reunión de información para todas aquellas personas que
se consideraban afectadas por las Preferentes. Una vez iniciada la reunión, lo
que más nos llamó la atención fue que la gran mayoría de los asistentes en la
sala eran personas de avanzada edad, a lo largo de la reunión todos y cada uno
de ellos hacían constar que habían sido engañados por los bancos.
Muchos de ellos
manifestaban que no podían retirar su dinero de las distintas entidades
bancarias y que sus ahorros de toda una vida se habían esfumado de la noche a
la mañana, pues no se les indicó el grave riesgo e inestabilidad de dicha
participación en las Preferentes, ya que, las Preferentes no son otra cosa que
uno de los tantos productos de los mercados financieros, es decir, son
productos ligados a la bolsa y de gran inestabilidad.
La abogada Pilar Buendía
de la asociación de usuarios de servicios Bancarios Ausbanc, señala que la gran mayoría de víctimas de las
preferentes “No son expertos, ni siquiera conocen este tipo de productos
financieros tan complejos y de alto riesgo. El engaño consiste en que creían
que era un producto garantizado y de alta rentabilidad. Por supuesto, no les
han hecho el Test al que obliga la comisión nacional de mercado de valores y si
lo hicieron alguna vez, quedó claro que no respondían al perfil de un inversor
muy /cualificado”/(fuente: Diario Público 07/07/2012 http://www.publico.es/dinero/439349/puse-mis-ahorros-en-preferentes-y-ahora-vivo-con-solo-400-euros)
Por tanto, se podría
decir que, las Preferentes son un producto destinado a personas que cuenten con
información necesaria para poder calcular el riesgo de una inversión tan
compleja. Es por esto que, es más que sospechoso que la gran mayoría de las
personas afectadas por las Preferentes sean personas mayores.
El día de ayer once de
octubre, acompañamos a algunos de los
afectados a la puerta de un banco en una de sus protestas pacíficas y logramos
entrevistar a algunos de ellos para que nos cuenten su historia.
Reportaje: Manuel Quispe Blanco y Erick Rojas Tang
(Los afectados por las Preferentes manfestándose fuera de la entidad bancaria)
1,. Pedro, 80 años.
Pedro a sus 80 años nos narra que fue engañado de
una manera “ruin y miserable”. Nos
cuenta que el afectado no es solo él, sino también sus hijos y nietos, ya que,
en una época de crisis económica como la actual, con su dinero ahorrado podría
ayudarlos, sin embargo, ahora se ve imposibilitado de hacerlo. “Ha sido lo más
miserable, lo más indigno, engañar a los ancianos”. Nos cuenta que, hubo
casos tan extremos que inclusive con una simple huella digital o a través de la
falsificación de una firma los bancos han hecho que gente que no tenía ni idea
de lo que las preferentes significaban se vean actualmente afectadas.
No quiere decirnos de qué
cantidad estamos hablando, sin embargo, nos cuenta que es una cantidad
importante, ya que, han sido los ahorros de toda una vida y que ahora cada vez
que quiere reclamarlos no puede sacar ni un solo euro. “Debería de intervenir
la justicia y meterlos a la cárcel por ladrones y sin vergüenza, ahora los que
pagan todo esto son los nietos que no tienen ni para comer”. Nos cuenta además que, muchos de los
afectados se están viendo en la necesidad de llegar a vender pertenencias y
joyas para poder comer y dar de comer a sus nietos. Afirma además que, su hijo
está a punto de perder su piso y que al acudir al banco para retirar una
pequeña cantidad de sus ahorros no ha podido y que lo más probable es que su
hijo pierda su casa. Es decir, el banco no sólo le ha quitado el dinero de todo
una vida a través de un engaño, sino además, su hijo perderá su piso por la
misma institución bancaria.
“La fatiga que estoy
pasando no se la deseo a nadie, mi indignación no tiene límites”
2.- Carmen, 69 años.
El caso de Carmen es uno
de los tantos ejemplos donde vemos como la banca ha actuado de una manera muy
sospechosa. Ella nos cuenta de que, en ningún momento le preguntaron si quería
ser participe o no de las Preferentes, simplemente un día le llegó a casa un
extracto donde le indicaba que era participe de las de las mismas, cuando fue a preguntar al banco de qué se
trataba ese extracto, le dijeron que no
pasaba nada y que era algo seguro.
Nos cuenta que no tenía ni cartilla, por lo cual, pidió una
cartilla, en la cual constaba la cantidad de su participación en las preferentes
de catorce mil euros. Actualmente nos
cuenta de que no le pagan ni intereses y tampoco puede sacar ni un solo euro.
En una de las
manifestaciones en las que participó, una de los trabajadores del banco la
agredió torciéndole el brazo. La sorpresa le vino cuando se enteró de que la
habían denunciado “En la denuncia consta que yo había sido la que había
agredido al funcionario del banco a través de patadas causándole heridas
profundas. Estoy operada de juanetes, por tanto, no podía agredirle (…) He
perdido el juicio y he tenido que pagar ciento veinte euros”.
Al final de la
entrevista, Carmen hace un llamamiento para que las personas mayores que,
confiando en su banquero de toda la vida hayan colocado su dinero en plazo
fijo. “vayan e intenten sacarlo para que se aseguren si han sido víctimas o no
de las preferentes”.
3.- Antonio
Antonio nos cuenta que la
víctima de las preferentes fue su mujer, él afirma que su mujer casi no sabe
leer, por tanto, él acompaño a su mujer
al banco para ver de qué se trataban las preferentes. Antonio nos cuenta de que
su mujer y él preguntaron si su dinero corría algún peligro y el banco les
aseguro que su capital no se perdería. Sin embargo, al firmar el documento
encontraron una clausula en la cual constaba la palabra perpetuo. “ha sido un
engaño totalmente, hemos sido engañados”.
Cuando Antonio va a
reclamar su dinero, nos cuenta que la única respuesta que le dan es que,
actualmente su dinero está jugando en bolsa para la compañía Repsol, algo que
en ningún momento había querido “Yo no le dije que jugaran con mi dinero en
bolsa”.
Muchas gracias a todos los vecinos de Sant Ildefons.
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