Escrito por: Manuel Quispe Blanco.
No hay ninguna duda de que la crisis económica que comenzó en el año 2008 está suponiendo uno de los mayores desafíos para Europa. Siendo los países del sur los más afectados al ser exigidos por una “troika” implacable que, bajo el argumento de la austeridad no duda en mermar el sector público de dichos países. Convirtiendo a la pobreza y al desempleo en constantes que dejan a una población sola ante el desamparo.
No hay ninguna duda de que la crisis económica que comenzó en el año 2008 está suponiendo uno de los mayores desafíos para Europa. Siendo los países del sur los más afectados al ser exigidos por una “troika” implacable que, bajo el argumento de la austeridad no duda en mermar el sector público de dichos países. Convirtiendo a la pobreza y al desempleo en constantes que dejan a una población sola ante el desamparo.
Dichas políticas están siendo el caldo de cultivo perfecto
para la emergencia de partidos políticos radicales que usan el descontento de
la ciudadanía para ir introduciéndose en el escenario político de muchos países
a través de la incitación del odio y
racismo hacia los más desfavorecidos e indefensos. Estos partidos usan a la
inmigración como el principal objetivo
de sus ataques, responsabilizándola de ser la principal causante de la
situación actual. La estrategia del “miedo al otro” va calando cada vez más
ante la pasividad de muchos partidos tradicionales que aceptan sus consignas
para no perder su electorado y ante una Europa que prefiere mirar hacia otro
lado.
El dos de mayo, el UKIP (United Kigdom Independence Party)
generó un gran revuelo en Inglaterra al obtener el 23% de los votos de las
elecciones municipales, un punto menos que los conservadores. El UKIP, es un
partido abiertamente antieuropeo y antiinmigración. Tan sólo seis días después de
las elecciones, el primer ministro conservador David Cameron presentaba una
batería legislativa claramente influenciada por la postura del UKIP en una
maniobra desesperada por recuperar a su electorado. Cameron presentaba mediadas
populistas y claramente xenófobas como, la priorización de los ciudadanos
británicos para alquileres sociales, la reducción del seguro de desempleo tanto
para inmigrantes extracomunitarios como para ciudadanos que provengan de otros
países de la Unión Europea, o bien, lo comprobación de la documentación a la
hora de alquilar una vivienda.
En Francia, las últimas elecciones dejaron en evidencia de
que uno de cada cinco electores franceses comparte el ideario xenófobo y
racista del Frente Nacional liderado por Marine Le Pen. Por otro lado, a pesar
del cambio del ejecutivo, Hollande no ha dudado en seguir la línea dura de
Nicolas Sarcozy principalmente a través de la expulsión de rumanos de etnia
gitana. Además el actual ministro del interior francés Manuel Valls ha afirmado
que no se renovará a los inmigrantes que no hayan cumplido con sus
“obligaciones” entre ellas el aprendizaje del francés.
En Italia, es ya una constante la presencia de partidos de
extrema derecha como la Liga norte o Fuerza Nueva, sin embargo, la última
elección de Cécile Kyenge nacida en la República Democrática del Congo como la
responsable del ministerio de integración ha desvelado el grado del mismo en la
sociedad italiana, las reacciones después de su nombramiento no se hicieron
esperar y la actual ministra ha recibido amenazas de muerte a través de las
redes sociales, ha sido calificada como Orangután por el vicepresidente del
senado e incluso le han lazado plátanos en una clara alusión racista.
Grecia que seguramente es el país más afectado por la crisis
y que se sigue ahogado por sus compromisos económicos en el pago de su deuda,
ha sido testigo del surgimiento de uno de los movimientos más peligrosos,
xenófobos y racistas en toda Europa. El partido Amanecer Dorado que actualmente
cuenta con 18 diputados en el parlamento Heleno, ha sido denunciado en
reiteradas ocasiones de agresiones a inmigrantes en las calles. Amanecer Dorado
demuestra la debilidad del estado griego y saca pulso al estado al contar con su
propio aparato represivo que patrulla calles, parques y plazas en Atenas a la
caza del inmigrante. El portavoz del partido ha llegado a declarar[1] “Todos los problemas de Grecia son culpa de
los inmigrantes. Son parásitos y criminales. Cuando gobernemos, los
deportaremos y blindaremos las fronteras con minas y vallas electrificadas”. El
último suceso en el que se ha visto envuelto Amanecer Dorado y que ha tenido
una gran repercusión mediática ha sido el asesinato del rapero Pavlos
Fissas quien fue apuñalado presuntamente
por un miembro del partido Amanecer Dorado el miércoles pasado (18/09/2013).
Otro síntoma de auge del racismo en Europa se viene dando en
Suiza. El país Helvético comenzó en Abril por restringir la entrada de los
ciudadanos de la Unión Europea, en una clara muestra de restricción a la
posible llegada de personas provenientes de aquellos países donde la crisis es
acuciante. El 9 de Junio a través de un referéndum se endureció la ley de Asilo
y Refugio, entre las medidas anunciadas se adoptó la reducción del tiempo de la
tramitación de las solicitudes, la desaparición de la posibilidad de pedir
asilo en embajadas en el extranjero, limitación de reagrupación familiar al
conyugue e hijos, así como, la creación de “centros recalcitrantes” para
solicitantes que no respeten el orden público. La última noticia que ha
desatado una gran polémica viene de la ciudad de Bremgarten que ha aprobado un
paquete de medidas que no son más que políticas de Apertheid. En dichas
políticas se han establecido “36 zonas sensibles”, es decir, son zonas cuya
entrada tienen vetada los solicitantes de asilo, en dicha prohibición se
encuentran instalaciones deportivas, escuelas, piscinas públicas entre
otros.
Lamentablemente estos partidos irrumpen cada vez más en la
agenda política de países como Austria, Finlandia, Holanda o España. La
pregunta es, cuándo se cruza la línea roja. Realmente esta es la Europa que está
surgiendo de la crisis….
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